Fresas con Champagne (titulo momentaneo)

Aunque en esta historia el vino blanco espumoso es la bebida de la señorita protagonista, el titulo tiene mas sentido con una pelicula de tono...digamos erotico...que alguna vez vi, me parecio mas a'doc con las chicas con las que se desenvuelve la historia...y que pensandolo bien le queda, porque aunque es blanco y espumoso no es lo que aparenta.

Esta historia es escrita por la hermosa, pequeña y linda señorita, muy amiga mia, Xienty, que tambien tiene su blog en http://laluzdelsilencio.blogspot.com/

Una aportación al Jack in Blue, que espero agrade a los pocos lectores que tiene este humilde blog.
Disfruten y si pueden busquense un dulce vino blanco espumoso, o champagne en su defecto, unas fresas, y disfruten de la agridulce historia que contrasta musicalmente de manera peculiar.

Enjoy.

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El sonido metálico de la puerta al ser abierta y al mismo tiempo una carcajada estruendosa, casi fuera de lugar, se escucharon en el pequeño bar de jazz y blues. Cinco chicas entraban por la puerta principal. Jóvenes, despreocupadas, preciosas, peligrosas para muchos caballeros, tanto jóvenes como mayores.

Sin embargo, al frente del grupo iba alguien diferente: Rubia, blusa azul escotada, minifalda negra y zapatos de tacón aguja. Guapa. Lideró al resto de las chicas hacía una mesa y se dispusieron a darle una buena noche de trabajo al bartender y a la camarera.

When the working day is done
Girls-- they want to have fun

Los tragos comenzaron a circular rápidamente, acelerados por la alegría natural de aquel pequeño grupo de femme fatales que celebraban el cumpleaños de su abeja reina.

Un par de horas después la camarera se negó a llevarle más bebidas a sus mejores clientas de la noche. Hubo un par de miradas hostiles y algunas amenazas ahogadas. Pero poco tardaron ellas en ponerse de acuerdo para irse a otro lugar a seguir celebrando.

Por segunda vez aquella noche se escucharon carcajadas y el sonido de la puerta metálica.

Ninguna de ellas se había dado cuenta que se habían dejado atrás a la festejada.

La chica rubia estaba sentada con las piernas cruzadas, tan sobria como si no hubiera probado una gota de alcohol en su vida. Levanto la cabeza, miró a la camarera y por primera vez aquella noche abrió la boca para hablar y no reír.

-¿Blanco qué tienes?

- Un buen blanco alemán – contestó el hombre que estaba detrás de la barra -¿Espumoso?

- No me importa, pero que sea muy dulce, por favor.

Cinco minutos después había una elegante copa de vino blanco en la única mesa ocupada. La chica comenzó a beberla y lentamente dejó que su mente se relajara. El bartender tenía buen gusto, ese vino quedaba muy acorde a como se sentía ella, a como era ella. Por encima, burbujeante y alegre. Por abajo, increíblemente dulce. Más abajo, amargo… pero exquisito e inevitablemente embriagante a la vez.

Every rose has it´s thorn
just like every night has it’s dawn.

La chica taconeó a la vez que escuchaba aquellas palabras, molesta. En seguida uno de los empleados se acercó a la rocola y la apagó. Demasiado tarde, las lágrimas ya habían comenzado a rodar por las mejillas de la joven.

Se recargó mejor en el asiento de su silla y suspiró.

Ese desgraciado… ese maldito bastardo había jugado con sus sentimientos, no le quitó dinero, joyas ni se aprovechó de su popularidad. Simplemente, ella había sido su juguete, por pura maldad, por puro placer.

Las lágrimas comenzaron a acercarse a sus labios.

Ella todavía recordaba como los hombres caían a sus pies y a los de sus mejores amigas con tan sólo una mirada. Hubo quien le había rogado de rodillas. Hubo quien le obsequió rosas, perfumes, collares, ropa, y muchas otras tonterías vanas con el simple hecho de ganarse su afecto. Hubo quien le prometió viajes por todo el mundo. Incluso hubo quien la amenazó para ganarse su cariño pero ninguno lo había conseguido.

Ella no era despechada, ni gustaba de aprovecharse de los demás. Algunas de sus amigas lo hacían, era cierto. Pero ella lo odiaba. La única razón era que se había prometido a sí misma no estar con nadie hasta que se enamorara. Sin embargo, pasaron los meses y ya había perdido casi todas las esperanzas.

Hasta que llegó él.

Lo conoció casi por accidente. Un día en un pasillo ambos estuvieron a nada de chocar el uno contra el otro. Afortunadamente, él la vio y logró apartarse a tiempo, llevándose un buen golpe contra la pared de al lado.

A partir de entonces habían salido juntos. Aún recordaba la primera vez que lo besó…

De pronto se escuchó un sonido agudo y claro. Una copa se había caído y hecho añicos. Eso apenas la distrajo. Siguió sobre la línea de sus pensamientos mientras la combinación de dulce y amargo, de dolor y alegría iba desgarrando su corazón. Tal como si fueran las esquirlas de aquella copa que se había destrozado.

Una noche decidieron dar un paseo. Se fueron a un parque en el que no hubiera nada que los molestara. La luna avanzaba lenta en el cielo mientras ellos simplemente disfrutaban de estar juntos. Fue esa noche cuando ella se dio cuenta de que lo amaba. Se lo dijo. Él le sonrió, le respondió que también y la besó en los labios.

Sin embargo, pocos días después mientras estaba con una amiga en un centro comercial lo vió. Y justo cuando iba a ir a saludarlo presenció la escena. Él tomo por la cintura a otra chica, la besó en los labios, en las mejillas, y le susurró algo al oído. La chica sonrió.

Al día siguiente ella tomó su decisión, sin hacer drama, sin ponerse en evidencia. Terminó con él y aparentó haberlo sacado de su vida.

Pero él seguía allí, como una espina clavada en su pecho.

Volvió a la realidad mientras se bebía el último trago de su copa de lágrimas con Vino blanco.

-Jack, guárdame otro de esos para mañana. Y hagan el favor de apagar esa maldita rocola. Nos vemos.

Se puso un suéter encima y salió.

Vincent no notó nada raro hasta que la camarera dió una exclamación de asombro. En la copa vacía había una rosa blanca, seca, y al lado una nota y un billete. “Gracias”.


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Apenas unos cuantos posts y ya tengo invitados especiales; aportaciones excelentes; unos cuantos seguidores en los blogs, y sobre todo un pequeño lugar imaginario que puede albergar grandes y diversas historias, historias de personajes de diversas ciudades, diversas mentes, aunque dificil de ver, encontrado en una de las avenidas mas importantes y de conductos mentales.
Agradeceria sus comentarios y criticas, y los invito a visitar http://laluzdelsilencio.blogspot.com/ para algo de poesia.
PD. A menos de que quieran ofrecerse a ser mis editores de ortografia no critiquen la mia, porque las que llevo he estado ligeramente tomado y con sueño, ademas de que me da flojera corregirlos de momento.

Sin mas....cuando encuentre una mejor cita de dresden o algo mas, la cambiare, hasta entonces:

"Some things just aren't meant to go together. Things like oil and water. Orange juice and toothpaste. Wizards and television." Harry Dresden, don't mess with him when he is wizarding.

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